martes, 1 de febrero de 2011

La Taberna del Trol

El peregrino recien llegado a la ciudad puede que no repare en este lugar, de hecho la clientela está más bien compuesta por fieles y asiduos viajeros que eligen la taberna del Troll por su seguridad y no por sus servicios. Es una taberna normal y corriente, no tiene nada que envidiarle a ninguna otra, salvo en una cosa: Su dueño es el mejor tabernero que cualquier persona pueda llegar a conocer.

El padre del actual dueño era conocido por muchísimos, dentro y fuera de las murallas como el trol y montones de leyendas de la cuidad y las comarcas de alrededor lo vinculan con estos seres fantásticos. Y de hecho no es de extrañar que alguna madre haga amenazas y chantajes a sus hijos diciendoles que, de enterarse el troll, se los llevará a los fondos marinos o a la más alta y solitaria montaña para nunca volver. A Katarssus esas cosas siempre le hacen reir y finge a menudo que va a llamar a sus padres para que cumplan con la queja. Es por ello que decidió llamar a su taberna como "la taberna del trol" y entre sus amigos era llamado con cariño, a veces, el "trol de las tabernas". Hoy en día es su hijo el que la gobierna y lo hace a mi juicio mejor incluso que su predecesor.

Katarssus, hijo de Hibania y Klaudus el famoso trol de Tusorr, así se llama el encargado de dirigir la estancia en cual me hayo y os cuento esta historia. Qué puedo deciros de él sino lo que todos aquí ya saben y como el refrán dice "quien a sus padres parece, honra merece" Katarssus no es menos y ha de agradecer a sus padres la pericia con la que lo engendraron. En apariencia es idéntico a su padre, robusto y torpe al andar, aunque solo hay que pararse delante suyo para observar que tiene los mismos ojos que su madre y su misma habilidad para tratar con todo el mundo. Es tan temperamental como ella, aunque de risa fácil y sonora como la él. La única diferencia entre hijo y padres es la habilidad de hacer negocios y su espiritu emprendedor. Aunque ama la taberna del trol y no la vendería por nada del mundo, a Katarssus pertenece una renombrada flotilla mercantil de la ciudad, posee carruajes y sillas de mano en alquiler que generan buenos beneficios en una ciudad mercantil como la Tusorr de estos años, por no hablar de las multiples ampliaciones que ha asumido la taberna en menos de una década e importantes incorporaciones. Como la mia por ejemplo.

¿Yo?, soy Berenduin, bardo de oficio y empleado a cargo de Katarssus que fue quien me contrató para entretener y atraer a la clientela con mis artes aprendidas en años de farándulas y fanfarrias.

Yo por hoy doy terminado mi trabajo ya que mi esfuerzo me ha costado encontraros... ¡ah!, es cierto, que habíais venido vos a mi... Hombre, no se, según desde donde tenga uno a bien mirarlo ¿no?. En cualquier caso, sinceramente seguiría pero he de ir a recoger unas flautas de un luthier que hay dos calles abajo antes de que empiece la función. Si no le incomoda quédese vuaced a ver la actuación que yo tendré con gusto buena gana de seguir hablando después de la función.

Y si vuaced me disculpa, vuelvo enseguida

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